Hasta ahora en Verdura Pura
contábamos con un gallinero de madera que albergaba unas 20 gallinas ponedoras.
El número de huevos que ponían semanalmente es muy inferior a la demanda que
tenemos, de ahí que lleváramos tiempo viendo de qué forma podríamos cubrirla.
Puesto que carecemos del efectivo para afrontar la inversión, pensamos en la
financiación colectiva para poder ejecutarlo.
La financiación colectiva de
proyectos, también conocida como “crowfunding”, no solo permite poner en marcha
este tipo de iniciativas, sino que acerca al proyecto en cuestión a cualquier
persona afín. Lo habitual es que se lleven a cabo a través de páginas webs
especializadas y que se puedan hacer diferentes aportaciones que, a cambio
tendrán diferentes recompensas o beneficios en función de la implicación.
Nosotros pretendíamos hacer
algo parecido, pero no de forma abierta a través de internet, sino entre
nuestra clientela y amigos, que no recibirán diferentes recompensas sino la
devolución total de su aportación en forma de huevos de las propias gallinas.
Se trata por tanto de un préstamo basado en la confianza mutua, entre personas
que apuestan por el bienestar de los animales y la alimentación saludable.
Tras un par de meses de
gestión y trabajo por fin terminamos e inauguramos el gallinero!!!.
Construido con bloques de
hormigón, rasillones para el tejado y tela asfáltica como aislamiento para la
lluvia, consta de un pequeño cuartito de almacenaje para el pienso y demás
enseres y el gallinero en sí, en el que hemos dejado los dos frontales construidos
en forma de almenas para una correcta aireación e iluminación. En las fotos podréis
apreciar además que por dentro está alicatado. Esto que puede parecer una
exageración, tiene su explicación, ya que en el gallinero de madera teníamos
una plaga incontrolable de piojillo de las gallinas (un pequeño ácaro que chupa
la sangre a las gallinas haciéndolas incluso morir de anemia), y esta era la
forma más segura de eliminarlo. El azulejo no solo evita que haya rendijas
donde puedan hospedarse estos ácaros, sino que permite limpiarlo fácilmente con
manguera cada vez que haga falta. Los ponederos son de chapa y los aseladeros
de aluminio, evitando igualmente su proliferación.
En el exterior siguen
teniendo un patio de 400m2 en el que pasan el día y otros 2700m2
de frutales en los que pasan la mañana o la tarde. Toda esta parte exterior no
está hormigonada de forma que las gallinas pueden tomar baños de arena para
limpiar su cuerpo de parásitos y picotear y arañar el suelo en busca de insectos,
semillas, etc, comportamiento que les ocupa gran parte de su vida diaria y que
marca la diferencia en su alimentación y consecuente calidad de los huevos.
Está claro que cuando vemos
en los supermercados “gallinas criadas en suelo” hemos dado un paso adelante,
permitiendo que las gallinas pasen de estar criadas en “jaulas” a poderse mover
libremente (aun no puedo entender como está permitida la cría en jaulas, pero
ese es otro asunto). El caso es que si son criadas en suelo, pero éste es
artificial, por ejemplo de hormigón, les estamos privando de las pautas más
importantes de comportamiento, arañar el suelo y picotear. De ahí la necesidad de
mantener las condiciones más naturales posibles para el correcto desarrollo.
En nuestro gallinero, con todas
estas medidas hemos conseguido que nuestras gallinas vivan en las mejores
condiciones posibles, disminuyendo al máximo el riesgo de enfermedades. Esto se
hace evidente cuando también comprobamos que las agresiones entre ellas son
prácticamente inapreciables.
Ahora solo falta que pongan
muchos huevos para nuestros amigos colaboradores. Gracias de corazón a todos los
que nos han apoyado de una u otra forma. Proyectos como este solo salen
adelante con gente maravillosa como vosotros!!